Los árboles mueren de pie: la supervivencia de un clásico

El teatro clásico porteño sobrevive por su elegancia y porque su mensaje nunca deja de ser universal y contemporáneo en muchos casos. Se podría apelar a términos como efectista, pero lo cierto es que una obra notablemente narrada como es el caso de Los árboles mueren de pie, de Alejandro Casona nunca deja de establecer una empatía con el público.

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Esto se genera, en parte, a que su estructura dramática apela tanto a la comedia como el drama. Convirtiendo el sufrimiento en ironía, y la tragedia en melancolía. Segundo, porque la obra de época siempre es bienvenida, ya sea por la cuidada y atractiva puesta en escena, como porque para el teatrista simboliza un viaje en el tiempo.

La versión, un poco acortada, pero fluida, de Mariela Jeréz sobre la obra de Casona, rescata con humor y espontaneidad el sentimiento del autor, en lo que se refiere a no perder la elegancia, y no subestimar ni criminalizar el arte de la mentira.

A diferencia de muchas obra contemporáneas, en Los árboles mueren de pie, la mentira y el engaño encuentran motivación desde un punto de vista humanista. Los protagonisatas, el Director y Marta -interpretados por notable frescura y calidez por Enzo Fontana y Soledad Vázquez- deciden formar parte de un engaño hacia una abuela motivados por el desafío y cierta solidaridad. Personajes que necesitan llenar un vacío emocional y lo encuentran siendo otros -la realidad de cualquier intérprete, básicamente- pero cuya meta no es una retribución económica, sino ayudar a un abuelo a darle una última satisfacción a su esposa.

El juego toma tintes humorísticos cuando aparece el objeto de engaño, la abuela -trabajo asombroso de Mirta Basso que venía de interpretar el mismo personaje en otra puesta- que es mucho más ingeniosa e inteligente de lo que los personajes creen. Subestimar al objeto de engaño es acaso uno de los más comunes errores de un falsificador.

Sin embargo, Jérez invierte los roles. El cariño genuino que tiene por los queridos "impostores" es inversamente proporcional que por el que siente por el verdadero personaje que fue impostado.

Pero la mirada de la directora está alejada la criminalización de la mentira. De hecho, casi que la justifica, sino fuera que la mayor mentira que intenta exhibir es la que cada personaje se dice a sí mismo.

Con bastante de absurdo y misterio, Jerez abre el juego con una escena un poco extensa, pero que sirve para denotar el conflicto interno de cada personaje. La grotesca imagen de esta empresa que soluciona problemas es reemplazada por una casa de familia de clase media alta venida a menos, típíca de mediados del siglo XX. La nostalgia y la melancolía, van entrando en juego a medida que se suceden las escenas, y a pesar de la extensión del texto, nunca aminora el ritmo de los diálogos. El timing es adecuado y Jerez pone el énfasis en las entradas y salidas, convirtiendo la puesta en una especie de comedia inglesa clásica del siglo XX -muy al estilo Noël Coward, pero con el minimalismo que caracteriza al circuito off porteño.

Esto no evidencia que la puesta deja de ser elegante y cuidada. De hecho, el diseño de vestuario es más que preciso y nada tiene que envidiar al de una puesta comercial.

Con un nivel equilibrado en todas las interpretaciones -desde el abuelo que interpreta Mario Schwartzman, pasando por la secretaria de Merced Urgel, las criadas Cecilia Bruno y Araceli Encina, hasta el sorprendente personaje de Matías Tavella, y los mencionados Enzo Fontana, Soledad Vázquez y Mirta Basso- Los árboles mueren de pie, versión Mariela Jerez es una emotiva y divertida puesta, que apela al humor clásico y el melodrama para justificar una vez más por qué la obra de Casona merece estar en escena. Destacada la selección musical que impera durante toda la puesta.

Autoría: Alejandro Casona

Adaptación: Mariela Jerez

Actúan: Mirta Basso, Cecilia Bruno, Araceli Encina, Enzo Fontana, Mario Schwartzman, Matias Tavella, Merced Urgel, Soledad Vázquez

Dirección: Mariela Jerez

TEATRO BUENAS ARTES SOCIAL CLUB - Guatemala 4484

Entrada: $ 250,00 / $ 200,00 - Domingo - 18:00 hs - Hasta el 25/11/2018